martes, 30 de octubre de 2012

Los estancos o expendios del Consejo Nacional de Producción cumplieron en su época una función muy importante en todos los rincones del país, pues por medio de ellos se vendían los productos básicos para la población. A los dirigentes políticos de la época no les interesaba que siguieran operando, lo mismo ocurrió cuando eliminaron de un plumazo los ferrocarriles que funcionaban en ese momento..

El Grupo Civico Domingueño presenta a continuación una pequeña reflexión sobre los desaparecidos estancos del CNP.

¿ Y los estancos?


Los estancos o expendios del Consejo Nacional de Producción cumplieron una función muy importante en todos los rincones del país, pues por medio de ellos se vendían los productos básicos para la población: arroz, maíz, frijoles, azúcar, dulce, leche, carnes y muchos otros, así como herramientas para los campesinos.

Corrían los años 1986-1987 aproximadamente, cuando nos alertaron que iban a cerrar el estanco del CNP en Santo Domingo de Heredia. Los dirigentes comunales de ese momento agrupado en la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo conversamos con los trabajadores del estanco y nos informaron que el negocio daba ganancias importantes para el CNP, después de sufragar los gastos de administración y no veían la razón de su cierre, ya que la comunidad visitaba y compraba mucho en este negocio.

Pocos días después, el CNP convirtió el estanco en estancoop, porque le dio la administración a la COOPESAGO de ingrata memoria. Pasó un tiempo y en vista del alza de precios y la débil administración del Estancoop, nos reunimos con el Consejo de Administración de la COOPESAGO, quienes nos dieron argumentos que no nos convencieron. Llegamos, pues, a la conclusión de que les habían declarado la pena de muerte a los estancos.

Hicimos un esfuerzo adicional. Logramos una audiencia con la Gerente del Consejo Nacional de Producción en San José, quien nos atendió muy bien y fue muy clara en su exposición. Nos dijo que los préstamos que le estaban dando al país en ese momento venían condicionados a que se cerraran este tipo de actividades gubernamentales como las que llevaban a cabo los estancos. Sin embargo, no nos entregó ningún documento para estudiarlo. La realidad fue que cerraron todos los estancos en el país.

No había más que hablar. La decisión política estaba tomada. Los estancos fueron cerrados por los políticos de turno.

Las consecuencias de esa decisión están a la vista. La comercialización de los productos para los agricultores nacionales tienen en la actualidad grandes inconvenientes y los consumidores ya no tienen una opción realmente popular para comprarlos. Sólo quedan las ferias del agricultor que mantienen una filosofía que procura beneficiar al agricultor y al comprador.

Consideramos que ha llegado la hora de buscar nuevos caminos para la comercialización de los productos por parte de agricultores y consumidores, donde exista realmente la ayuda mutua. El estado es el encargado de propiciarla. Además debe educar a nuestro campesinado para que siembre con técnicas modernas, orgánicas y un control de plagas y maleza en forma adecuada, donde los productos sean sanos para la población consumidora.

No podemos esperar que otros nos solucionen los problemas. Cada comunidad debe buscar caminos de solución a las situaciones vividas diariamente. La historia nos señala el camino. Los estancos sirvieron. Quizás haya llegado el momento de revivirlos adaptados a las nuevas circunstancias del país. Por el momento les podemos preguntar a los políticos que desean dirigirnos a partir del 2014, cuál es su posición sobre este tema.

GRUPO CÍVICO DOMINGUEÑO. Jueves 25 de octubre del 2012







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