jueves, 12 de junio de 2014

Nuevas realidades para la Costa Rica del 2014. Lo que esperamos los costarricenses de la nueva Asamblea Legislativa 2014.

Nuevas realidades para la  Costa Rica del 2014
                                                        
  “las palabras convencen, los ejemplos arrastran”

La Asamblea Legislativa actual 2014 se compone de 9 fracciones con intereses muy diversos. Así lo quiso el pueblo de Costa Rica con su voto el pasado 2 de febrero. Los diputados generalmente son impuestos por los partidos políticos y muchas veces ignoramos la calidad moral e intelectual de cada uno de ellos.  Ahora depende de cada diputado  demostrar sus capacidades al analizar los proyectos y aprobar las leyes, así como renunciar a los privilegios que otras asambleas legislativas han prodigado. Por eso vemos muy positivo que las 9 fracciones se pusieran de acuerdo para renunciar al aumento salarial del 5% en sus salarios y acogerse únicamente al aumento por costo de vida. Es una buena señal que les da autoridad moral para ordenar todo lo concerniente a los salarios y pensiones  en el sector público.  Servir y no servirse debe ser el lema si desean ordenar todo  este tema en el país. Hechos son amores y no buenas razones.

El estado costarricense financia a los partidos políticos y estos hacen uso de esos recursos de manera inadecuada. Incluso en estos momentos hay personas de partidos acusadas de estafa por parte del Tribunal Supremo de Elecciones. La capacitación de los partidarios prácticamente fue olvidada. La solución pasa por la Asamblea Legislativa y es una exigencia para ayer: el dinero debe ser administrado, distribuido y gastado por el Tribunal Supremo de Elecciones.

El gobierno anterior de doña Laura Chinchilla no recibió el apoyo de las personas de su mismo partido. Los logros fueron minimizados y los errores maximizados. Un hecho que debe reconocérsele a doña Laura fue que no se convirtió nunca en una marioneta  de nadie. La Costa Rica actual es la herencia de generaciones anteriores, de dirigentes que muchas veces se equivocaron y también acertaron. Pensemos por un momento en la abolición del ejército, la neutralidad  de Costa Rica, la Caja Costarricense del Seguro Social, el ICE, etc, etc.

El diálogo y la verdad deben ser la base para solucionar los conflictos. Ahora que terminó la huelga de los maestros debe abrirse un espacio para analizar qué fue lo que realmente pasó. Por qué si todo el pueblo costarricense y el Gobierno estaba de acuerdo en los planteamientos de los educadores, pues todos necesitamos el salario y ellos aparentemente no lo recibían, la huelga no terminaba. Aquí debemos reconocer la confianza que generó el Señor Arzobispo Metropolitano José Rafael Quirós Quirós quien sirvió como mediador. La Comisión que se nombró o fuentes independientes deberían analizar y estudiar el contexto de esta huelga.

Es cierto que tenemos muchos problemas, pero todos los costarricenses  debemos colaborar para solucionarlos. El diálogo con la verdad y la transparencia deben ser la guía.  Tratemos de llevar a la práctica un cambio. A veces esperamos que la gente cambie, sin embargo,  el verdadero cambio empieza por nosotros mismos y luego se extenderá a los demás.

Pensemos positivamente, pues el país espera el aporte de las personas de buena voluntad. Busquemos siempre lo positivo. Nunca obstruyamos, por el contrario, trabajemos juntos para que nuestro país salga del estancamiento donde se encuentra. Tratemos de hacer borrón y cuenta nueva, sin olvidar nunca la historia para no volver a cometer los mismos errores. Seamos exigentes al opinar,  pero después de estudiar los proyectos; es decir,  con conocimiento.  Sobre todo no nos paremos en la escoba del nuevo Presidente de Costa Rica don Luis Guillermo Solís y su equipo. Dejemos que hagan su trabajo como lo han prometido con ética y transparencia. Estemos atentos para denunciar lo incorrecto, no obstante, confiemos en los signos positivos y aplaudamos los aciertos.

Por lo tanto, hacemos un llamado al pueblo costarricense,  a las señoras y señores  diputados, alcaldes y alcaldesas, regidores municipales,  profesores, maestros, sindicatos, fuerzas vivas de cada comunidad, grupos comunales y religiosos  de todo tipo para construir juntos la nueva Costa Rica: solidaria, justa, noble, optimista, valiente, digna, con la mirada puesta en el porvenir iluminado por DIOS.

POR EL GRUPO CÍVICO DOMINGUEÑO
JORGE RAMÍREZ CALDERÓN.              12 de junio 2014