miércoles, 2 de mayo de 2018

Reseña sobre hechos ocurridos en Calle Lencha.


Sucedió y sucede en la Calle Lencha

La Calle Lencha está ubicada en la parte este del distrito de Santo Tomás de Santo Domingo de Heredia. Actualmente tiene 6 entradas a propiedades: Calle R & R, Calle a finca de Gerardo Chacón, Calle Víctor Barquero, Calle Tulio Brenes y Vinicio Zamora, Calle Barquero, Calle Virginia Salazar.

La Asociación de Desarrollo de Santo Tomás, bajo la Presidencia de don Pepe Ocampo, y con el apoyo de los vecinos de la Calle Lencha, en los años 80; es decir, hace ya casi 40 años, solicitó al Ministerio de Obras Públicas y Transportes una señal de tránsito que prohibiera el paso de camiones y vehículos pesados por ese sector. Además gestionó un parque infantil en el Gobierno del Lic. Rodrigo Carazo Odio, para que se instalara en este Barrio.

Las dos gestiones fueron aprobadas. La señal de tránsito que prohíbe el paso de camiones fue instalada desde hace ya aproximadamente 40 años y el Parque infantil se perdió, porque no hubo un lugar donde instalarlo, a pesar de las múltiples gestiones de la Asociación con los finqueros de la zona para que donaran un espacio dónde colocarlo.

El desarrollo urbano en la Calle Lencha ha sido y es totalmente desordenado. Los finqueros y finqueras venden lotes, sin interesarles el orden y las necesidades de los habitantes. No hay aceras, no hay cordón de caño, el agua llovida inunda la calle y los peatones tienen que ver cómo se la juegan. La Municipalidad de Santo Domingo, quien es la que tiene la responsabilidad de ordenar el caos se hace de la vista gorda y los vecinos todavía no se han organizado realmente para exigir el cumplimiento de las leyes , aunque existen destellos de esperanza con algunos esfuerzos de organización, en este momento en el campo de la seguridad.

Un agradecimiento para la Asociación de Desarrollo de Santo Tomás de los años 80, cuyos líderes principales ya gozan del regazo eterno. Sirva, además, este breve comentario para impulsar la organización comunal en este sector y en el distrito de Santo Tomás y un llamado a la Municipalidad de Santo Domingo de Heredia a aplicar la ley existente y a ordenar la cementación del suelo en las fincas de la Calle Lencha.

GRUPO CIVICO DOMINGUEÑO. Lunes 30 de abril del 2018


La Asociación Cultural de Santo Domingo de Heredia (ADEPA) hizo circular un almanaque en este año 2018 con datos y fotos históricas del Cantón de Santo Domingo de Heredia. El Grupo CÍvico Domingueño los felicita por esa iniciativa.



Más que un almanaque

La Asociación Cultural de Santo Domingo de Heredia( ADEPA) publicó un almanaque en este año 2018,con paisajes, historias, fotografías, fechas relevantes para Santo Domingo y el país, el cual constituye un esfuerzo muy importante para el cantón de Santo Domingo de Heredia.

Este esfuerzo es importantísimo para el desarrollo del cantón. Se une a las ideas del Grupo Cívico Domingueño de crear el Distrito Histórico de Santo Domingo, apoyar la idea de bulevares y más espacios públicos, ferias de artesanías y fomento de las caminatas turísticas.

El arte popular debe ser el norte que guíe la actividad cultural. Teatro, música, poesía, cuento, novela, ensayo, oratoria, pintura, escultura, fotografía, deben ser ejes trabajados en la educación formal e informal. Las mascaradas, los mascareros, las cimarronas, deben tener preponderancia en la región.

Los problemas comunales se combaten con educación, participación, prevención, represión, organización y la coordinación de todas las fuerzas vivas del Cantón. El deporte y la acción cultural ayudan en todo este esfuerzo para hacer de Santo Domingo un semillero de grandes vocaciones en todos los ámbitos: social, espiritual, cultural, educativo, político, comunal.

Una felicitación sincera para la Asociación de Desarrollo Específico para el patrimonio cultural y las artes de Santo Domingo de Heredia( ADEPA) por el esfuerzo realizado, el cual está permeando la estructura mental de los domingueños y dando frutos en todos los campos.

GRUPO CÍVICO DOMINGUEÑO
Lunes 30 de abril del 2018


Breve comentario sobre los cuarteteros, la zona bananera de Quepos y algo más.


Relacionada con los cuarteteros  y algo más.

En algunos correos, y como se publicó en el blog del Grupo Cívico, hicimos comentarios sobre recuerdos que desaparecen físicamente.  Entre los comentarios del blog, incluí algo más pequeño pero similar a lo que sigue:

A propósito de mi padre y de sus recuerdos, en este mes que concluye y que se cumplieron 70 años de la revolución o revuelta de 1948, voy a contar una breve referencia que él hizo, y que se relaciona con los cuarteteros, en cierta forma.

Cuando se estuvo recordando a esos personajes de Santo Domingo, hace algunos años, pregunté a mi padre si esa práctica existió en San Ramón, de donde él es oriundo.  Me contestó negativamente, pero me hizo mención de un hecho puntual de algún interés.

Al concluir la revolución, mi padre se fue a trabajar a la zona bananera, en Quepos.  Allá estuvo por aproximadamente un año y medio.

En relación con las cuartetas, me contó que una vez, la peonada estaba en descanso y ocio, y algunos empezaron a decir cuartetas, pero con cierta fisga, de tal modo que al rato se empezaron a calentar los ánimos y casi hubo una pelea.

Me vino a la mente lo que me relataba don Jorge Zamora Azofeifa, de Santo Domingo, ya fallecido, sobre unos cuarteteros que estuvieron en lugar de Marcial Barquero en una ocasión, cuando por sus "salidas" causaron enojo entre los oyentes.

Como hemos sabido, también por lo que me dijeron las hermanas de don Jorge y posteriormente don Julio Bolaños, esas andanzas se acompañaban de licor y de, indudablemente, cierto atrevimiento por parte del coplero.  Yo no puedo decirlo porque solamente una o dos veces presencié a don Marcial, ya estando él bastante mayor, y no alcancé a escucharlo.

En enero del 2017 fuimos con mi padre a visitar las fincas de Quepos, que ahora son de palma africana.  Buscamos la llamada Pastora, donde él estuvo la mayor parte del tiempo, y tras mucha búsqueda, dimos con un terreno abierto y descampado, listo para cultivos anuales, pues las barracas habían sido eliminadas y no existía ningún vestigio del viejo campamento.  Hay sin embargo otras ciudadelas de barracones -como ellos llamaban-, incluso visitamos la llamada Llorona, donde él también estuvo un tiempo.  Ahí tomamos fotografías.

Visitamos también la costa y el muelle, donde mi papá recordaba que estaba el hospital o dispensario, y encontramos unas viejas edificaciones, y restos de una línea del tren.  Decía él que el traslado en aquellos tiempos era por los rieles, fuera a pie o en vagones, incluso para ir a turnos o fiestecillas que se hacían en las diferentes fincas, y por supuesto para los partidos de futbol. 

Dichas edificaciones fueron declaradas patrimonio histórico hace poco tiempo.  Hasta donde sé, sin embargo, los campamentos de barracones permanecen sin protección jurídica.

Muchos ramonenses estaban en la zona bananera, incluso hermanos de mi padre, y posteriormente algunos de sus sobrinos. Mi padre era muy buen jugador de futbol, y ese dato tuvo importancia para que uno de sus coterráneos lo animara a irse para "la zona", pues la rivalidad deportiva entre las fincas era significativa, y eso lo ayudaría a enrolarse.

Como contó un sobrino de mi padre en una visita de hace algunos días, en "la zona" se pagaba muy bien, en comparación con los jornales de ¢ 2 que ganaban ellos en el campo.  Además, había de todo lo necesario en esas que, más que campamentos, llegaban a ser ciudadelas, de tal modo que algunos trabajadores posteriormente se independizaban y se dedicaban a algún oficio, como fue su caso.

Esto trae a colación el tema de la emigración desde los cantones del valle Central, como Santo Domingo, de lo que sería oportuno apuntar algunos datos eventualmente, aun cuando sean del acervo familiar.

28 abril 2018        Juan E. Azofeifa