lunes, 21 de octubre de 2013

Asociación de Desarrollo de San Vicente: Una historia no contada y que debe saberse



El voluntariado comunal en Santo Domingo de Heredia
La Asociación de Desarrollo Integral Comunal de San Vicente de Santo Domingo de Heredia debe formarse ya para enfrentar los retos que tiene en estos momentos la comunidad vicentina.
ASOCIACIÓN DE DESARROLLO DE SAN VICENTE
1991-1993
Una historia no contada y que debe saberse
Siempre he pensado que todo hombre y mujer tienen su forma de pensar y de ser; de allí la diversidad de situaciones que viven. Sin embargo, nadie puede estar aislado de sus semejantes, pues vivimos en una sociedad donde cada uno aporta algo bueno o malo.
Lógicamente lo bueno se toma en cuenta y lo malo se desecha inclusive hasta se castiga para que no se vuelva a cometer. No obstante, lo importante es tomar conciencia de que somos diferentes, pues venimos de hogares con escolaridades desiguales y costumbres disimiles. No podemos obviar que el ser humano siempre será el ser pensante por excelencia y gracias a esas diferencias existe el complemento para enfrentar los problemas.
Ustedes dirán a qué viene este razonamiento tan filosófico, otros dirán presuntuoso y quizás algunos pensarán que detrás de esta reflexión viene algo que el comunicador desea decir y, a veces por lo complicado, recurre a toda esta introducción explicativa, para llegar a lo que él desea. Pienso que esto último es válido, pues deseo rememorar, pero no por orgullo personal, sino que considero muy importante escribir sobre aquel hecho pasado significativo para una comunidad, pues de lo contrario lastimosamente, como todo, cuando muere la persona, muere la historia.
No tengo la certeza si fue a principios del año 1991, cuando unas personas que conformaban la Asociación de Desarrollo de nuestro distrito de San Vicente visitaron mi casa y dejaron una nota debajo de la puerta de mi casa, donde me invitaban a formar parte de una nueva Junta Directiva; no sé las razones, pero en ese momento, creo que no habían cumplido el periodo de los cuatro años. Me apersoné al igual que muchas personas a la reunión convocada. Y cuál fue mi sorpresa que al igual que dos amigos míos fuimos elegidos junto con otras personas de la comunidad a formar parte de dicha entidad. Nombrándose a Rodolfo Zúñiga como Vice-presidente que tiempo después pasó a ser presidente por las repetidas ausencias del señor nombrado en ese cargo. A Juan Gerardo Quesada como Tesorero, puesto que le quedó bien, porque él es Contador Público y manejó el puesto a las mil maravillas, valiéndole esto un reconocimiento de DINADECO, mi persona Jorge Ramírez como Secretario, labor que realicé por muchos años en el Deportivo Yurusty y que me sirvió de mucho, pues llevar actas y redactar cartas lo había hecho por muchos años en dicha institución. Así mismo Don Gregorio perteneciente a Calle Don Pedro y un joven creo que se llamaba Alfonso, una señora del Monte Carmel. Todos formábamos un buen equipo, pues cada uno traía problemas de sus sectores, las daban a conocer y entre todos se trataba de buscar la posible solución.
Pero más que pensar y decirlo era ejecutar las posibles soluciones. Esto nos valió el encontrar un apoyo grande de un señor que se llama Carlos, quien en ese entonces estaba como Síndico por el distrito y nos ofreció colaborar en todo lo que estuviese a su alcance. Nos dijo con firmeza: ustedes me presentan el proyecto y yo busco la ayuda del Concejo Municipal, para que el mismo se realice. Fue esa unión con dicho señor, que él desde su lado y nosotros del nuestro como logramos muchas cosas.
Por ejemplo, le enviamos una nota a la Municipalidad con copia a él, donde le indicábamos la necesidad de construir una acera desde la Pulpería y Cantina El Guacalillo, hasta donde está el arbolito (o sea donde existe la separación de la calle que va hacia Los Angeles y a la derecha hacia el centro de Santo Tomás). En la misiva explicábamos las muertes ocurridas a través de muchos años por accidentes, además de la muerte reciente de una niña de apellido Barrantes Barquero. Don Carlos puso manos a la obra y la Municipalidad de ese entonces construyó 800 metros de acera, posteriormente les cobró a los vecinos el costo respectivo.
Don Gregorio de Calle Don Pedro, nos planteó dos problemas que tenía su comunidad, uno era el puente sobre una acequia y otra la electrificación de la Calle . En la primera solicitud se envió carta a la Municipalidad y a don Carlos con lo cual se logró la construcción del puente. Con la electrificación se fue un poco más lento. Se logró contactar a don Pablo Cob, Gerente de la Compañía de Fuerza y Luz. Él nos ofreció el posteado y alambrado y que nosotros nos encargáramos de conseguir el dinero para que una empresa constructora colocara los postes y la compañía hiciera el tendido. En primera instancia hablamos con los dueños de las fincas, quienes muy interesados de llevar la luz por donde estaban sus propiedades fueron dando cantidades entre los 50.000.00 y 100.000.00 colones de ese entonces según el tamaño de la propiedad. Se pensó que quizás no se podría recoger toda la cantidad de dinero, ya que el trabajo costaba aproximadamente 700.000.00 colones. La Junta Directiva me encomendó hablar con Manuel Ant. Bolaños, diputado por Heredia en ese entonces, lo cual hice, pero no hubo necesidad de concretar ninguna ayuda, porque gracias a los aportes dados por los vecinos se logró recoger ese monto. Así las cosas también se llevó la electricidad a esa comunidad.
La compañera del Monte Carmel solicitó un dinero para arreglar la capilla, se encargó a uno de la misma comunidad para que hiciera el trabajo correspondiente, para eso se tomó una parte del dinero para compra de materiales y se contrató a una persona de la comunidad para que hiciera el arreglo respectivo, lo cual se pagó con dinero de la Asociación de Desarrollo, del 2% que otorgaba DINADECO. Todo este control constaba en actas y en el libro del contador con las respectivas facturas y el recibo para el trabajador. (Lastimosamente algunos inescrupulosos perdieron los libros que habíamos entregado a la otra junta) ese es otro tema que trataré más adelante.
En ese tiempo también estaba de Ejecutivo Municipal el Señor Luis (Macho) González, quien me visitó en mi casa para informarme que él pronto dejaría ese puesto y quería contarme que el hierro tirado en un montón en el terreno del polideportivo, herrumbrándose y que estaba desde el tiempo de la presidencia de Luis Alberto Monge iba a ser llevado muy pronto para Barba o Santa Bárbara de Heredia, debido a que esos cantones lo solicitaban, porque se estaba desperdiciando en la comunidad de Santo Domingo y que no había deseos de construir la edificación por parte de la Municipalidad de Santo Domingo.
Así mismo me informó que a un señor de apellido Bolaños de Santo Tomás de Santo Domingo, se le había pagado 300.000.00 colones para que levantara toda la estructura con el hierro (perlin) y que la Municipalidad no hallaba qué hacer, pues el señor no respondía al llamado.
Le solicité la documentación que posteriormente él me dio. En una reunión con los compañeros de la Asociación expuse lo relatado por el señor González y solicité la autorización para enviar una carta. Después de leída la documentación comencé a redactar la carta, en la cual le explicaba al señor Bolaños que la Municipalidad le había pagado 300.000.00 colones por hacer el trabajo de la armazón de hierro para el gimnasio, su compromiso era entregarlo en el mes de julio; sin embargo, andábamos por el mes de setiembre y él ni siquiera había empezado. En la misma nota le indicábamos que le dábamos a partir de la entrega un mes de tiempo, de lo contrario entregaríamos copia de la nota con su recibo y la demás documentación en la que constaba que se le había entregado dinero, a la Contraloría General de la República, quien había ratificado el desembolso y copia también a DINADECO, para que se entendiera con los abogados de dicha institución y respondiera legalmente ante la Municipalidad. Palabras más palabras menos.
El señor asustado llegó al Gobierno Local y dijo que la Municipalidad tenía que construirle una plataforma de cemento para hacer lo que le correspondía a él. Parece que eso lo habían conversado y no había quedado por escrito. La Municipalidad hizo lo que él solicito y el señor Bolaños cumplió con lo que se le había encargado. Meses después Manuel Antonio Bolaños consiguió una partida específica y sobre la estructura metálica, se hizo el otro trabajo, del cual hoy gozan muchos domingueños. El Gimnasio actualmente lleva el nombre del gran deportista y domingueño distinguido Rodrigo Segura.
Olvidaba contar que cuando nosotros llegamos a la Asociación había una gran cantidad de ripio, donado por el Gobierno, a fin de que fuera utilizado en las calles que conducían hacia el polideportivo, gestionamos ante la Municipalidad insistentemente y logramos que hicieran el arreglo respectivo.
Posiblemente hubo algunas otras cosas que se hicieron, obviamente como era Juan Gerardo Quesada de estricto todo tenía que ser contra factura. Sin embargo, creo que lo más importante está plasmado aquí.
Como todo tiene un inicio y un fin y a todo el mundo no se le queda bien, una de las personas que dio dinero para colocar el posteado de la electrificación en Calle Don Pedro, quiso que en su propiedad hicieran una excepción con él, algo que no se había hecho con los demás. En la casa de Juan Gerardo se apersonó ese señor, le gritó por no hacer lo que él le decía. Nuestro compañero le dijo que no aceptaba que le gritara en su propia casa y que saliera. Por ese motivo y otros asuntos que se fueron sumando: Juan Gerardo, Rodolfo y yo-Jorge Ramírez- renunciamos a la Asociación. La Asamblea nombró a otras personas y nosotros entregamos los libros, los informes y proyectos en marcha como becas a los niños y jóvenes de escasos recursos con estrategias de padrinos, etc. Un tiempo después un vecino nos informó que se estaban diciendo cosas que no eran ciertas de nuestra gestión y nosotros nos presentamos a conversar con toda la comunidad reunida en Asamblea General y así aclarar cualquier malentendido. Juan Gerardo Quesada, quien fue el Tesorero pidió la palabra y dijo que le mostraran los libros entregados para efectuar las aclaraciones del caso, por si había alguna duda del manejo económico en el tiempo que estuvimos en la Junta Directiva. La respuesta fue que los libros “se habían perdido”. Nosotros insistimos en la necesidad de que aparecieran esos libros. En esta reunión estuvo presente el representante de DINADECO. En este momento no sabemos qué pasó con esos libros y San Vicente de Santo Domingo sigue siendo el único distrito sin Asociación de Desarrollo, a pesar de todos los problemas que tiene la comunidad.
Copias de algunas cartas enviadas deben de estar en los archivos de otras Asociaciones de Desarrollo, en DINADECO, y quizás en el archivo municipal. Luis Brenes quien era el Presidente de la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo en ese momento y Amancio Rubí representante de DINADECO siempre estuvieron anuentes a aportar su granito de arena para ayudar a la comunidad de San Vicente de Santo Domingo de Heredia.
JORGE RAMÍREZ CALDERÓN.GRUPO CÍVICO DOMINGUEÑO. LUNES 14 DE OCTUBRE DEL 2013

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