miércoles, 29 de septiembre de 2010

EL HOMBRE, DON DINERO Y SU AUTODESTRUCCION

El hombre desde los inicios de  su vida     en la tierra, nació para ser feliz pues el hecho de tener el poder de razonar y expresarlo  a otros de sus semejantes lo hizo existir para  actuar como rey ante las otras especies.    Bastó   inventar el poner valor a las cosas para que apareciera el dinero y  apropiarse del mismo. Allí comienza el caos para desgracia de la humanidad y es que, con el paso del tiempo el animal pensante se vuelve  codicioso, embustero y empieza a adecuarse de  las riquezas de sus semejantes   mediante el engaño y la   patraña   de supuesta leyes injustas que respaldan  muchas veces   a los que se escuda en ellas o sin éstas.   Esas argucias  son emprendidas  desde  que   el individuo se alía   a otros   sujetos  de poca calaña   a fin formar un grupúsculo  que protejan sus intereses y así monopolizar el mercado independientemente de que los métodos   a utilizar para lograr un fin, estos  zánganos   de la sociedad   no les importa a quienes llevarse por  delante. Basta con dar una pincelada desde la Revolución Industrial  en  el siglo XIX  donde la gente laboraba por muchas horas  y era poca la paga,  inclusive  se utilizaba la mano de obra infantil, obviamente eso con el paso de los años fue cambiando por mentes abiertas   que han revolucionado a veces con oposición de personas que han sido afectadas directamente, según sus intereses malévolos de obtener ganancias abultadas a costillas de los que menos tienen.   Los años han pasado  y con el devenir de otros mecanismos más sofisticados  se ha logrado con  esto se haya   ido ensanchándose en  los capitales los cuales han  ido creciendo concentrándose cada vez más en pocas manos formándose monopolios, acentuándose  cada vez  más en unos pocos  inclusive destruyéndose entre  ellos hasta llegar hoy día  a los mega negocios a nivel mundial. Independientemente  de a quién tengan que destruir para lograr su objetivo. El de ser amo  y señor  de toda la riqueza que se pueda  engullir de un  sólo golpe así como lo hacen los animales salvajes que andan buscando piezas débiles para poderlas devorar fácilmente.
Y  es que en todos los países  del mundo está pasando lo mismo, ninguno escapa a esta realidad, e internamente  en cada nación, siempre los más ricos  se alían a las otros, formando un contubernio que  favorece sólo a lo que a él pertenece, algunas veces con la complicidad del gobierno de turno. En nuestro país no se puede  decir o hablar abiertamente si esto sucede o no al menos si hay o ha habido alguna injerencia de la administración estatal.   Eso no se puede afirmar.  Pero que las cosas se dan a vista y paciencia  de los gobernantes. Eso lo podemos observar:
   1)Al igual que en Colombia y México entre otros países de América Latina, también en Costa Rica se ha dado la intromisión de las  grandes mafias que ha trastocado el hampa nacional al enriquecimiento ilícito por medio del lavado de dólares por compra de títulos valores  y compra de propiedades para justificar la venta de drogas, armas y trata de blancas, y sicarito que ha entrado a nuestro país por la vulnerabilidad de nuestra débil policía y también por  la fragilidad de nuestras pobres leyes que han permitido que  grupos entronizados de maleantes se asocien a criollos  ruines   que han sabido como homologarse  con ese cáncer mundial que atemoriza,  destruye y mata a nuestra gente joven, además utilizan nuestro país como trampolín a otros  mercados de países más poderosos,  convirtiéndose todo  desastre  en  la miseria humana más destructiva   en la historia del hombre.
   2) Las trasnacionales han   introducido a nivel mundial el uso del plástico en toda clase de presentación en diferentes productos, lo cual han   poblando   la tierra de este material con la complicidad de   la gente desordenada que no han ayudado a reciclar lo mismo, produciendo en las calles y otros lugares un acumulamiento de basura que con las lluvias  van a dar a los ríos y que ni se digan los que lo botan directamente en éstos,  que  con la depósito de toda esta porquería de todos  los malos ciudadanos   van acrecentando el caudal del agua produciendo así  presas enormes, que transforman  cabezas de agua  descomunales   aunado a todos estos materiales, llevándose a su paso casas, ganado, y hasta personas produciendo un   caos en las familias  pobres  que viven a las orillas de los ríos y sufren  esas desafortunadas vivencias ya que no tuvieron la dicha de tener un lote adecuado ni dinero para pagar hacer su casita. Además toda  esta gran cantidad de basura producida por el hombre va  a dar al mar, ocasionando en este la mortalidad marina y por ende enfermedades en el océano. Recordemos que la naturaleza no sabe qué hacer con ella, nosotros sí. Pero además quienes tienen más responsabilidad son aquellos que elaboran  la misma (las empresas productoras), por tanto  deberían utilizar algún mecanismo aceptable para recoger todo este material retornable para no incurrir en la destrucción del planeta.
   3) La cementación de  nuestro planea está produciendo en  él la destrucción total del mismo. El Hombre en su afán de hacer dinero no mira ni le importa las consecuencias del cataclismo que  puede incurrir, el agua  llovida que busca por donde salir (ya que no tiene  porosidad en la tierra  para que esta sea absorbida) y  hace lo que la naturaleza le ordena. Forma caudales de agua sobre las calles que parecen acequias y éstas saturan los ríos, los mismos a su vez producen inundaciones por donde quiera que corra y así a su paso va destruyendo casas humildes, toda clase de árboles, siembras,  otras clases de vegetación,  matando ganados y gente inclusive. Los  “desarrollistas”  con el hagan ahora y pidan permiso después, comienzan en forma desordenada  a hacer sus huecos “dis que pozos”  que supuestamente tiene que compartir con  la Municipalidad. Los Gobiernos Locales, no saben qué hacer ni  que decir, inclusive en apariencia no se dan ni cuenta   EL PODER QUE TIENEN y obviamente pueden ejercer sobre  los intereses de estos detractores de la naturaleza, posiblemente tienen temor que éstos los demanden ya que las leyes estatales son tan confusas y  permisibles porque  están llenas de portillos que consienten a estos individuos hagan lo que deseen, por no decir otra palabra. Sin embargo los señores munícipes deberían asesorarse bien, porque el Gobierno local, es la representación del Gobierno estatal en el lugar que fueron designados por sus conciudadanos.
   4) Los fragmentos polares producto de la desintegración del deshielo resultado del calentamiento global  que todos los hombres hemos contribuido de una forma u otra para que la Madre Naturaleza nos responda de esa forma. La tierra poco a poco  se va ir inundando, los países que están a nivel del mar lastimosamente van a desaparecer, así mismo las penínsulas y playas que actualmente son famosas, el mar las va a ir consumiendo, es la catástrofe más grande en la que el hombre ha incurrido. La tierra se va achicando, los grandes témpanos de hielo que antes  el hombre hacía gala, al destruirse por el calentamiento global, nos va a sofocar a tal extremo de que solo agua salada vamos a tener y no va haber ni siquiera para beber.  Se va a deteriorar  la capa de ozono los daños irreparables van a ser grandes porque los rayos solares van a entrar a la  tierra en forma directa, esos rayos solares van a cercar los plantíos y el agua dulce va a desaparecer.   Los países  no irán hacer la guerra por el petróleo o  tesoros sino para obtener este preciado líquido.   Por tanto no vamos a beber ni comer DINERO.
  Todos tenemos un compromiso grande con Dios, con la Naturaleza y con la humanidad, por ¡tanto quién tiene propiedades que no las vendan!  Porque muchos vienen a comprar montañas, hacer sus casas de lujo, haciendo carreteras, destruyendo mantos acuíferos y haciendo sus casas de lujo en ésta y ni siquiera les tiembla la mano para pagar impuestos que  les corresponde por los destrozos hechos.      ¡Los gobiernos     estatales y  locales, sean más cuidadosos en dar permisos para construir. ¡La gente que recicle, no bote basura en cualquier lugar!  ¡Que no se permita la tala indiscriminada de árboles, más bien  se debe hacer  más campañas para sembrar! ¡Cuando se cultiva que no se use herbicidas  y otros productos similares!  ¡Tampoco aerosoles!
CONCLUSION:
El hombre va a morir por su propia mano, no va a existir aire que respire, agua que tomar, alimentos que digerir. Posiblemente la pretensión de descubrir a futuro otro planeta paralelo a éste es lo que lo ha impulsado a lanzarse al espacio, ¿sin embargo no es una falacia?, vivimos aquí y ahora. No podemos aventurarnos a algo que no tenemos ¿cuál sería el objetivo?  Destruir otro planeta. (Obviamente esto es por decir algo.)  Lo más doloroso es que unos pocos, los que se llenan los bolsillos de dinero  están decidiendo por la gran mayoría y todos somos cómplices de lo que sucede,  los infractores porque lo hacen y nosotros porque lo permitimos.  Inclusive también hay gente a otros niveles que  no son los desarrollistas, pero que igual   le venden el alma al diablo para lograr no se qué  cosas, prestigio, poder,   ¿o  qué otra cosa puede ser? , la venta de unos dólares más  se entrega la soberanía de un pueblo de Las Crucitas, por ejemplo.   Sin embargo otro monstruo se avecina y  son las grandes potencias que inclusive van  a lanzarse como aves de rapiña  sobre estos países,   haciendo la guerra  entre  ellos  porque van a requerir  y apropiarse de   lo que   éstos han conservado   más por casualidad  que por cuidado de ellos,  es el  preciado líquido, EL AGUA. Que va a ser más valorado en ese momento que cualquier riqueza que se pueda imaginar el hombre.
Como decía  Carlos Max,  que poderoso es don dinero, el tonto pasó por sabio, la ramera por señora, el inútil por poderoso, el loco por cuerdo,…
Si a todos nosotros  no  nos  preocupa nuestro país, y no hacemos nada, invito a quién quede de último, que apague la luz, cierre  la puerta y  si le queda valor se pegue un tiro.

Santo Domingo de Heredia, 29 de setiembre del 2010

Por Grupo Cívico Domingueño

Jorge E Ramírez Calderón  

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