Aniversarios en Santo Domingo de Heredia
En el
2019 hay varios aniversarios para Santo Domingo, que tienen relación con
antecesores de mi parentela.
Centenarios
como el del padre Benito Sáenz, también los hay de quienes soy bisnieto; uno de
ellos, don Ramón, subvencionó la traída de la estatua o imagen de Nuestra
Señora del Rosario, que llegó al país después de su fallecimiento.
La
historia de familia cuenta que don Ramón contribuyó económicamente para que la
Iglesia adquiriera las propiedades donde están hoy la casa, la oficina y el
salón de la parroquia, lo cual sucedió en 1915. Eran dos propiedades de
don Rafael González Ocampo, el padre de doña Chayito, con frente a lo que
posteriormente sería la plaza y luego el campo de juegos de la escuela.
En aquellos tiempos, eran inmuebles de propiedad particular.
Dichas
fincas eran originalmente de 1200 varas cuadradas la parte norte, y 800 varas
cuadradas la parte sur, y fueron adquiridas por don Rafael, respectivamente, en
1901 y 1906. El 20 de julio de 1915 las vende a las Temporalidades de la
Iglesia por 3000 y 1000 colones, respectivamente, según documento público
La
compra que realizó don Rafael en 1901, que es de la parte norte, consigna la
siguiente advertencia del vendedor, don Jesús Campos González; "que
para la apertura de calles de la villa de Santo Domingo, se ha expropiado
partes de la área del terreno sin que se le haya indemnizado su valor pudiendo
en consecuencia reclamar el comprador los derechos que por ello le correspondan",
y la salvaguarda adicional de que el área podría tener diferencia de medida sin
responsabilidad suya.
Don
Jesús era propietario desde el 14 de julio de 1894, y hasta el 2 de febrero de
1901, por lo cual la apertura de calles debió ocurrir en ese trecho final del
siglo XIX, en referencia al menos a la calle sur de la Basílica.
En el
libro de Ana Isabel Herrera Sotillo, titulado "Monseñor Thiel en Costa
Rica. Visitas pastorales 1880-1901", narra la que realizó a la
provincia de Heredia en 1895. Reseña sus actividades en cada parroquia y
sus ermitas. El 31 de julio llegó a Santo Domingo, y entre otras
recomendaciones por medio de "decreto", manifiesta: "nuevamente
se recomienda al señor Cura y a los feligreses la construcción de una casa
cural en el atrio de la nueva iglesia o a lo menos en lugar inmediato a la
nueva iglesia".
Fotografías
de aquel tiempo presentan edificaciones muy modestas en la parte frontal de los
terrenos mencionados, donde probablemente en 1929 se inició la construcción de
la así conocida casa cural. La parte anterior, donde habitaron las
clarisas, las josefinas y los josefinos, y donde inició funciones el colegio
Santa María de Guadalupe, probablemente existía puesto que hay algunas
fotografías de su interior que lo sugieren.
Ambas
edificaciones estuvieron en pie hasta el año 1994. En febrero, víspera y
día de las elecciones nacionales, la más antigua fue desmontada ladrillo por
ladrillo. El palacete de 1929 fue demolido un 8 de diciembre. Este
mes es de aniversario, el número 25, de ese hecho que causó conmoción entre
muchos del cantón. La lucha que dimos para su protección, en algún
momento podríamos elaborarla en un documento formal; lo cierto es que se emitió
y publicó a tal efecto el decreto ejecutivo 23666-C en fecha 11 de octubre de
ese año, pero tuvo corta existencia. El día 29 de noviembre, se publica
el contrario decreto derogatorio sin ninguna justificación documentada, y el
amanecer de la solemnidad de María, fue el momento elegido para su destrucción.
Atte. Juan E. Cruz A. 15-12-2019
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