Homenaje a distinguidas damas de Santo Domingo Heredia
Hoy día cívico, recuerdo el 28 de setiembre del 2009, cuando la
Municipalidad rindió homenaje a varias personas. Hombres centenarios, y
mujeres distinguidas. Así las denominaban, por amor. Ellos, todos a
los pocos meses fallecidos, y las damas, mi mamá y la niña Emilce, y doña María
Rosa Zamora Azofeifa. Se fue al Cielo ha más de un mes, apenas, prima de
mi madre, profesional de la farmacia, de las primeras del cantón.
Precedida, creo, de doña Virginia, hermana de don Carlos Ramírez Villalobos, y
doña Áurea Vargas Bonilla, de familia sobresaliente también. Doña María
Rosa fue de la junta edificadora que colaboró con el padre Delio para la
construcción del Colegio, y miembro de distintos grupos de la comunidad.
He vivido agradecido de los homenajes que a mi
madre (doña Elsa) rindió la municipalidad, que fueron, el primero, un 10 de
marzo del 2001, el segundo que he narrado en el 2009, y el más bello, en
versión doble, un 24 de junio del 2011, para las damas de la filarmonía.
Allí estaba mi madre, estaba doña Flor Villalobos; las voceras, refiriendo sus
recuerdos, muy a gusto. Que ha poco también se fue a la patria de Dios, y de su
partida, en el cementerio quise escribir diciembre atrás:
"Tránsito
a Dios, Flor de María, y sólo ayer, quizá anteayer, o qué más da, que estaba
allí, con Luz María que es su par, en esquina esa del pan.
Y que al
verlas, saludamos, desde ellas y de mí, y a mi madre allí a su lado casi vi.
Eran la
voz, de historias ellas las dos, de aquella la filarmonía, era su amor.
Palabra
mágica y leyenda de mamá, suya de su vida, "la filarmonía", música de
solo oírsela.
Y ese día,
era anteayer, que aquí partía, Flor de María; evocaba, en el albear el homenaje
tan lucido, cumpleaños el 80, para más; ellas hablaban, ellas contaban, y se
alternaban.
Ahora,
¿quién contará, y revivirá; quiénes estaban, cuáles faltaran, setenta años ya?
Allí la
lista, en los recuerdos de guardar; esa letra de maestra tan bonita,....
Las
repasaban, las enlistaban, la tengo en mano, de su mano bella escrita.
Hoy, día
después, ¿cómo no pasar al sitio de mamá, y Flor de María,
y llorar;
lágrimas desbordan; y pronuncie allí oraciones, y dialogue,
con sus
almas que en silencio vuelan, que me esperan,
e imagine
que trompeta tocan, y un requinto clarinete entonan,
cada cual,
que para Dios, y para el Cielo, eterno ahora."
Sigo agradecido a Sandra Vargas Solís, a Emilio
Arias Rodríguez, a Carla Palma Ramírez, la exalcaldesa Laura Prado Chacón,
miembros del Concejo, y todos los que no preciso y que participaron para que
estas señoras y señores tuvieran el gusto que vivieron, porque de verdad, al
menos mi mamá lo disfrutó y lo agradeció mucho.
Atte. Juan E. Cruz A. Miércoles 28
de septiembre de 2016
Agradezco la publicación. Un error hay en la referencia a doña Virginia Ramírez Villalobos, que no es hermana de con Carlos, y ni siquiera es de Santo Domingo. Me disculpo. Sí sería oportuno que se diera homenaje a doña Áurea, quien posiblemente es la primera farmacéutica del cantón, poco antes que doña Rosa Zamora.
ResponderBorrarMe dijo don Carlos que otros farmacéuticos originarios de Santo Domingo son don Humberto Zamora Vargas, tío de doña Rosa, quien se estableció en Turrialba, y don Luis Sancho, quien se estableció en Grecia.
Agradezco la publicación. Un error hay en la referencia a doña Virginia Ramírez Villalobos, que no es hermana de con Carlos, y ni siquiera es de Santo Domingo. Me disculpo. Sí sería oportuno que se diera homenaje a doña Áurea, quien posiblemente es la primera farmacéutica del cantón, poco antes que doña Rosa Zamora.
ResponderBorrarMe dijo don Carlos que otros farmacéuticos originarios de Santo Domingo son don Humberto Zamora Vargas, tío de doña Rosa, quien se estableció en Turrialba, y don Luis Sancho, quien se estableció en Grecia.