LOS CUARTETEROS
Honor mío la amistad con el señor Julio Bolaños
Villalobos, tomaseño de 81 años, conocido por linaje familiar como
"Cholo" -don Amado sabe muy bien de quién hablo, su colega en el
conocimiento del "marcabé", y aficionado a la música y a los rezos-
quien tiene muchos recuerdos y anécdotas de gente de la primera mitad del siglo
XX.
Venía él a mi casa y conversaba con mi madre, haciendo remembranzas de
antaño; los emparentaba un lejano vínculo ancestral.
Me contaba anteayer que su tío Serafín Bolaños era payaso cuartetero, se
pintaba y vestía tal efecto. Falleció bastante joven, cuando don Julio
tenía 9 años; habrá sido allá por 1945. Hacía versos y tenía varios cuadernos,
pero no sabe qué destino siguieron; él mismo, don Julio, conservaba uno, pero
no sabe de él.
La existencia de estos payasitos está documentada; el artículo de Miguel
Salguero sobre Marcial Barquero, publicado en 1973, era un texto nostálgico,
pues consideraba a Marcial el último de tales personajes, como probablemente lo
fue.
Me pregunto si la muerte de don Serafín, y quizá de otros payasitos,
hizo posible la venida de Marcial, quien de todos modos tenía vínculo con el
cantón por relación de su esposa.
Como anécdota, me cuenta don Julio que su tío era barbero -como
Marcial-, y que el jefe de policía era Juan "Juepera", esposo de
Estebana. Llegó Juan a visitar a don Serafín por asunto de familia, pues
que no vivía con su esposa y debía atender a la manutención de la prole;
mientras tanto don Serafín se puso a peluquearlo. A medio corte, le dijo:
"Mirá "Regato", tengo que llevarte detenido". Don
Serafín asintió y siguió su trabajo, pero dijo al policía: "esperate un
momento". Y lo dejó a medio barbear y peluquear.
Juan "juepera" dice don Julio; me suena a
"jueperra", una expresión que alude a la mala palabra sin
decirla. Utilizaba la expresión "regato", agregando el prefijo,
y así con otros vocablos.
Escrito por Juan E Cruz Azofeifa el 7 de noviembre de 2016, 8:07.
Comentario sobre Los cuarteteros realizado por el gran historiador
domingueño Rafael Bolaños Villalobos efectuado el 8 de noviembre del 2016.
Me ha gustado estos comentarios porque prueba que aun queda en la
memoria este tipo de juglarismo en nuestro pueblo y desde luego hay que recoger
todas estas memorias.
Hace 3 años me di a la tarea de desempolvar la memoria de don Marcial
Barquero y fue fantástico llegar hasta sus raíces y aprender mucho, al punto de
tener en mi mano la guitarra que uso, la maquina, peine y cuchilla que usaba en
su barbería, oficio que le enseño justamente el Sr. Bolaños, que vivía en la
casa de adobe frente a don Beto Arce, el ebanista y que hoy es la escuela
privada Santa María creo se llama, allí fue donde celebro el día de la boda con
su eterna amada Toribia Ramírez Bolaños, de Santa Rosa, que vivió en la casita
de adobe en el costado soroeste del cruce de la línea, en pie todavía. Conocía
a amigos de el que le recuerdan tanto aquí como en Itiquis de Alajuela y Tuetal
de donde era y adonde están las dos casitas en las que vivió y poseyó, la propia
y la que fuera de su mama. Conocí el cementerio donde reposan sus restos. Copie
varias copas de su viva vos y un rezo de su esposa, servicio que ofrecían
ambos.
Todo esto espera ser contado en un libro a ver si encuentro tiempo y
salud adelante. He hecho planes con Cabral porque el en algún momento, y Miguel
Salguero rescataron este trabajo de los cuarteteros, pero honestamente ellos y
ahora yo estamos muy llenos de cosas y sobretodo de años.
Esto que cuentan ustedes requerimos que alguien lo recoja o al menos me
pasen estos contactos (con teléfono o dirección) para en algún momento
recogerlos e integrarlos a esta memoria de Marcial y de
"Malespin".
Sigan con esto y verán que desempolvamos parte de nuestros rasgos de
identidad que nos marcaron de por vida.
Gracias
Rafael Bolaños
Me permito agregar un comentario hecho por don José Amado Hernández a la dirección de correo, el 9 de diciembre, relacionado con el malespín:
ResponderBorrarDesde hace más de cincuenta años he gozado de la franca amistad de don Julio Bolaños Villalobos y es a él a quien debo el que me interesara por aprender a hablar en MALESPÍN. Como dato importante les digo que solamente don Julio y este servidor de ustedes, dentro de la geografia de nuestro cantón, conocemos en la actualidad las reglas que rigen el dominio de esta forma tan original de comunicarnos . Además, es un hecho el que, son pocas las personas que en este país lo conocen.
En años pasados, tuve en mis manos algunos artículos escritos por el ilustre profesor puntarenense, Gonzalo Soto Wong, que de Dios goce, en los que denotaba su basto conocimiento del Malespín. Esto me entusiasmó y me dediqué con más ahínco a la práctica del mismo. Entre las cosas que más me llamaron la atención fue el dato de don Gonzal, en que mencionaba el interés del presidente de aquel entonces don Ascensión Esquivel Ibarra en proponer como tema de estudio en las escuelas el aprendizaje del MALESPÍN.
Si alguien tiene interés en tener conocimiento al respecto, estoy a su disposición para ayudarle.