El voluntariado comunal en Santo
Domingo de Heredia
La Asociación de Desarrollo
Integral Comunal de San Vicente de Santo Domingo de Heredia debe
formarse ya para enfrentar los retos que tiene en estos momentos la
comunidad vicentina.
ASOCIACIÓN DE DESARROLLO DE SAN
VICENTE
1991-1993
Una historia no contada y que debe
saberse
Siempre he pensado
que todo hombre y mujer tienen su forma de pensar y de ser; de
allí la diversidad de situaciones que viven. Sin embargo, nadie
puede estar aislado de sus semejantes, pues vivimos en una sociedad
donde cada uno aporta algo bueno o malo.
Lógicamente lo bueno
se toma en cuenta y lo malo se desecha inclusive hasta se castiga
para que no se vuelva a cometer. No obstante, lo importante es tomar
conciencia de que somos diferentes, pues venimos de hogares con
escolaridades desiguales y costumbres disimiles. No podemos obviar
que el ser humano siempre será el ser pensante por excelencia y
gracias a esas diferencias existe el complemento para enfrentar los
problemas.
Ustedes dirán a qué
viene este razonamiento tan filosófico, otros dirán presuntuoso y
quizás algunos pensarán que detrás de esta reflexión viene algo
que el comunicador desea decir y, a veces por lo complicado, recurre
a toda esta introducción explicativa, para llegar a lo que él
desea. Pienso que esto último es válido, pues deseo rememorar,
pero no por orgullo personal, sino que considero muy importante
escribir sobre aquel hecho pasado significativo para una comunidad,
pues de lo contrario lastimosamente, como todo, cuando muere la
persona, muere la historia.
No tengo la certeza si
fue a principios del año 1991, cuando unas personas que conformaban
la Asociación de Desarrollo de nuestro distrito de San Vicente
visitaron mi casa y dejaron una nota debajo de la puerta de mi
casa, donde me invitaban a formar parte de una nueva Junta
Directiva; no sé las razones, pero en ese momento, creo que no
habían cumplido el periodo de los cuatro años. Me apersoné al
igual que muchas personas a la reunión convocada. Y cuál fue mi
sorpresa que al igual que dos amigos míos fuimos elegidos junto con
otras personas de la comunidad a formar parte de dicha entidad.
Nombrándose a Rodolfo Zúñiga como Vice-presidente que tiempo
después pasó a ser presidente por las repetidas ausencias del señor
nombrado en ese cargo. A Juan Gerardo Quesada como Tesorero, puesto
que le quedó bien, porque él es Contador Público y manejó el
puesto a las mil maravillas, valiéndole esto un reconocimiento de
DINADECO, mi persona Jorge Ramírez como Secretario, labor que
realicé por muchos años en el Deportivo Yurusty y que me sirvió de
mucho, pues llevar actas y redactar cartas lo había hecho por
muchos años en dicha institución. Así mismo Don Gregorio
perteneciente a Calle Don Pedro y un joven creo que se llamaba
Alfonso, una señora del Monte Carmel. Todos formábamos un buen
equipo, pues cada uno traía problemas de sus sectores, las daban a
conocer y entre todos se trataba de buscar la posible solución.
Pero más que pensar
y decirlo era ejecutar las posibles soluciones. Esto nos valió el
encontrar un apoyo grande de un señor que se llama Carlos, quien en
ese entonces estaba como Síndico por el distrito y nos ofreció
colaborar en todo lo que estuviese a su alcance. Nos dijo con
firmeza: ustedes me presentan el proyecto y yo busco la ayuda del
Concejo Municipal, para que el mismo se realice. Fue esa unión con
dicho señor, que él desde su lado y nosotros del nuestro como
logramos muchas cosas.
Por ejemplo, le
enviamos una nota a la Municipalidad con copia a él, donde le
indicábamos la necesidad de construir una acera desde la Pulpería y
Cantina El Guacalillo, hasta donde está el arbolito (o sea donde
existe la separación de la calle que va hacia Los Angeles y a la
derecha hacia el centro de Santo Tomás). En la misiva explicábamos
las muertes ocurridas a través de muchos años por accidentes,
además de la muerte reciente de una niña de apellido Barrantes
Barquero. Don Carlos puso manos a la obra y la Municipalidad de ese
entonces construyó 800 metros de acera, posteriormente les cobró a
los vecinos el costo respectivo.
Don Gregorio de Calle
Don Pedro, nos planteó dos problemas que tenía su comunidad, uno
era el puente sobre una acequia y otra la electrificación de la
Calle . En la primera solicitud se envió carta a la Municipalidad y
a don Carlos con lo cual se logró la construcción del puente. Con
la electrificación se fue un poco más lento. Se logró contactar a
don Pablo Cob, Gerente de la Compañía de Fuerza y Luz. Él nos
ofreció el posteado y alambrado y que nosotros nos encargáramos de
conseguir el dinero para que una empresa constructora colocara los
postes y la compañía hiciera el tendido. En primera instancia
hablamos con los dueños de las fincas, quienes muy interesados de
llevar la luz por donde estaban sus propiedades fueron dando
cantidades entre los 50.000.00 y 100.000.00 colones de ese entonces
según el tamaño de la propiedad. Se pensó que quizás no se
podría recoger toda la cantidad de dinero, ya que el trabajo
costaba aproximadamente 700.000.00 colones. La Junta Directiva me
encomendó hablar con Manuel Ant. Bolaños, diputado por Heredia en
ese entonces, lo cual hice, pero no hubo necesidad de concretar
ninguna ayuda, porque gracias a los aportes dados por los vecinos se
logró recoger ese monto. Así las cosas también se llevó la
electricidad a esa comunidad.
La compañera del
Monte Carmel solicitó un dinero para arreglar la capilla, se encargó
a uno de la misma comunidad para que hiciera el trabajo
correspondiente, para eso se tomó una parte del dinero para compra
de materiales y se contrató a una persona de la comunidad para que
hiciera el arreglo respectivo, lo cual se pagó con dinero de la
Asociación de Desarrollo, del 2% que otorgaba DINADECO. Todo este
control constaba en actas y en el libro del contador con las
respectivas facturas y el recibo para el trabajador. (Lastimosamente
algunos inescrupulosos perdieron los libros que habíamos entregado
a la otra junta) ese es otro tema que trataré más adelante.
En ese tiempo también
estaba de Ejecutivo Municipal el Señor Luis (Macho) González,
quien me visitó en mi casa para informarme que él pronto dejaría
ese puesto y quería contarme que el hierro tirado en un montón en
el terreno del polideportivo, herrumbrándose y que estaba desde el
tiempo de la presidencia de Luis Alberto Monge iba a ser llevado muy
pronto para Barba o Santa Bárbara de Heredia, debido a que esos
cantones lo solicitaban, porque se estaba desperdiciando en la
comunidad de Santo Domingo y que no había deseos de construir la
edificación por parte de la Municipalidad de Santo Domingo.
Así mismo me informó
que a un señor de apellido Bolaños de Santo Tomás de Santo
Domingo, se le había pagado 300.000.00 colones para que levantara
toda la estructura con el hierro (perlin) y que la Municipalidad no
hallaba qué hacer, pues el señor no respondía al llamado.
Le solicité la
documentación que posteriormente él me dio. En una reunión con los
compañeros de la Asociación expuse lo relatado por el señor
González y solicité la autorización para enviar una carta.
Después de leída la documentación comencé a redactar la carta,
en la cual le explicaba al señor Bolaños que la Municipalidad le
había pagado 300.000.00 colones por hacer el trabajo de la armazón
de hierro para el gimnasio, su compromiso era entregarlo en el mes
de julio; sin embargo, andábamos por el mes de setiembre y él ni
siquiera había empezado. En la misma nota le indicábamos que le
dábamos a partir de la entrega un mes de tiempo, de lo contrario
entregaríamos copia de la nota con su recibo y la demás
documentación en la que constaba que se le había entregado dinero,
a la Contraloría General de la República, quien había ratificado
el desembolso y copia también a DINADECO, para que se entendiera
con los abogados de dicha institución y respondiera legalmente ante
la Municipalidad. Palabras más palabras menos.
El señor asustado llegó al Gobierno Local y dijo que la
Municipalidad tenía que construirle una plataforma de cemento para
hacer lo que le correspondía a él. Parece que eso lo habían
conversado y no había quedado por escrito. La Municipalidad hizo lo
que él solicito y el señor Bolaños cumplió con lo que se le
había encargado. Meses después Manuel Antonio Bolaños consiguió
una partida específica y sobre la estructura metálica, se hizo el
otro trabajo, del cual hoy gozan muchos domingueños. El Gimnasio
actualmente lleva el nombre del gran deportista y domingueño
distinguido Rodrigo Segura.
Olvidaba contar que
cuando nosotros llegamos a la Asociación había una gran cantidad
de ripio, donado por el Gobierno, a fin de que fuera utilizado en
las calles que conducían hacia el polideportivo, gestionamos ante la
Municipalidad insistentemente y logramos que hicieran el arreglo
respectivo.
Posiblemente hubo
algunas otras cosas que se hicieron, obviamente como era Juan Gerardo
Quesada de estricto todo tenía que ser contra factura. Sin
embargo, creo que lo más importante está plasmado aquí.
Como todo tiene un
inicio y un fin y a todo el mundo no se le queda bien, una de las
personas que dio dinero para colocar el posteado de la
electrificación en Calle Don Pedro, quiso que en su propiedad
hicieran una excepción con él, algo que no se había hecho con los
demás. En la casa de Juan Gerardo se apersonó ese señor, le gritó
por no hacer lo que él le decía. Nuestro compañero le dijo que
no aceptaba que le gritara en su propia casa y que saliera. Por ese
motivo y otros asuntos que se fueron sumando: Juan Gerardo, Rodolfo y
yo-Jorge Ramírez- renunciamos a la Asociación. La Asamblea nombró
a otras personas y nosotros entregamos los libros, los informes y
proyectos en marcha como becas a los niños y jóvenes de escasos
recursos con estrategias de padrinos, etc. Un tiempo después un
vecino nos informó que se estaban diciendo cosas que no eran ciertas
de nuestra gestión y nosotros nos presentamos a conversar con toda
la comunidad reunida en Asamblea General y así aclarar cualquier
malentendido. Juan Gerardo Quesada, quien fue el Tesorero pidió la
palabra y dijo que le mostraran los libros entregados para efectuar
las aclaraciones del caso, por si había alguna duda del manejo
económico en el tiempo que estuvimos en la Junta Directiva. La
respuesta fue que los libros “se habían perdido”. Nosotros
insistimos en la necesidad de que aparecieran esos libros. En esta
reunión estuvo presente el representante de DINADECO. En este
momento no sabemos qué pasó con esos libros y San Vicente de Santo
Domingo sigue siendo el único distrito sin Asociación de
Desarrollo, a pesar de todos los problemas que tiene la comunidad.
Copias de algunas
cartas enviadas deben de estar en los archivos de otras
Asociaciones de Desarrollo, en DINADECO, y quizás en el archivo
municipal. Luis Brenes quien era el Presidente de la Unión
Cantonal de Asociaciones de Desarrollo en ese momento y Amancio
Rubí representante de DINADECO siempre estuvieron anuentes a
aportar su granito de arena para ayudar a la comunidad de San Vicente
de Santo Domingo de Heredia.
JORGE RAMÍREZ
CALDERÓN.GRUPO CÍVICO DOMINGUEÑO. LUNES 14 DE OCTUBRE DEL 2013
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