Organización:
a tocar puertas
La comunidad de
Calle El Aserradero de Santo Tomás de Santo Domingo de Heredia, a principios de
los años 80, es decir, hace ya casi 40 años, no tenía luz eléctrica en sus
viviendas. Los vecinos se propusieron conseguir ese servicio lo más pronto
posible. Para eso formaron un Subcomité de Desarrollo Comunal para trabajar con
el propósito de conseguir el objetivo de tener corriente eléctrica en su
vecindario.
Todos los vecinos
apoyaban a sus representantes, entre quienes se encontraban: Joaquín (Quincho )
Salas, Virginia Salazar, Cecilia Salazar y los finados Enrique Arce y Luis
Pérez.
El primer paso que
dieron fue acercarse a la Asociación de Desarrollo Comunal de Santo Tomás de
Santo Domingo de Heredia, quien los apoyó desde el primer momento,
ofreciéndoles un aporte económico para el proyecto y asignando a uno de sus
directivos como delegado para que sirviera de enlace entre la Asociación y el
Subcomité. También les ofreció llevar el control de donaciones en la Tesorería
de la Asociación.
Posteriormente la
Asociación de Desarrollo y el Subcomité solicitó un estudio de costos a la
Compañía Nacional de Fuerza y Luz. Después con este documento la comunidad se
presentó a la Municipalidad de Santo Domingo de Heredia, quien aprobó también
una ayuda económica. Sin embargo, el trabajo de hormiga del Subcomité se dio
casa a casa con cada uno de los finqueros de la Calle para que, después de
explicarles el proyecto, apoyaran económicamente el esfuerzo. A excepción de
unos pocos, la mayoría de propietarios colaboró para que este sector tuviera
energía eléctrica.
Con todos los
esfuerzos hechos por los vecinos, finqueros, Asociación de Desarrollo,
Municipalidad y ya casi por vencerse el estudio de costos hecho por la Compañía
de Fuerza y Luz, todos nos presentamos a conversar con el Gerente de ese
entonces de la Compañía, a quien se le informó de la cantidad de dinero
recolectado y que nos faltaban aproximadamente diez mil colones. El Gerente,
entonces, autorizó recibir ese dinero y empezar con los trabajos de
electrificación.
El último
obstáculo que se tenía era el giro de dinero de la Municipalidad por razones
burocráticas. Otra vez el Subcomité en su trabajo constante solicitó préstamos
a otras organizaciones sin resultados. Pero, cuando una puerta se cierra otra
se abre. Conversamos, entonces, con el finquero don Adelo García-que en paz
descanse- quien confiando en el Subcomité prestó el dinero, mientras la
Municipalidad superaba sus engorrosos trámites.
Con todos los
requisitos nos presentamos a las oficinas de la Compañía de Fuerza y Luz a
depositar el dinero establecido en el estudio y aprobado por la Gerencia de esa
Institución.
La organización y
el tocar puertas fueron claves para lograr conseguir el objetivo. Ya muchos
politiqueros le habían ofrecido a la comunidad ayuda a cambio de votos para sus
aspiraciones personales y nunca se habían interesado por resolverles el
problema, hasta que se organizaron y trabajaron ordenadamente por conseguir sus
metas. Desde hace ya muchas décadas tienen su servicio eléctrico en sus casas.
Este trabajo organizativo les ha servido para enfrentar otros problemas a
través de los años.
Con la ayuda de
Dios, una comunidad organizada podrá salir adelante con sus metas siempre y
cuando exista participación y estén dispuestos a tocar puertas.
GRUPO
CÍVICO DOMINGUEÑO Página web: www.grupocivicodomingueno.blogspot.com
Lunes 3 de abril
del 2017
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