miércoles, 29 de julio de 2015

El padre Sobrino y el padre Delio Arguedas, dos sacerdotes que sirvieron en la Parroquia de Santo Domingo de Heredia dejando una huella imborrable en el corazón de la comunidad domingueña.

PADRE SOBRINO Y PADRE DELIO

Santo Domingo de Heredia  ha tenido  dos grandes  e importantísimos sacerdotes católicos  en su comunidad. Nos referimos al Padre Sobrino y al Padre Delio. Su huella quedó imborrable por  su trabajo tesonero en  este pueblo. Escribimos sobre algunas  pinceladas con el fin de que muchas personas que tienen otros recuerdos nos  los hagan llegar y se puedan publicar en esta página del Grupo Cívico Domingueño. También se pueden narrar detalles  y bondades de otros pastores  que a lo largo de la historia han marcado a muchos domingueños,  para que  quede constancia de alguna manera de aquellos esfuerzos que han hecho diferente  a  esta  comunidad.

El Padre Sobrino dedicaba todos los primeros viernes de cada mes al Sagrado Corazón de Jesús. Desde las 4 de la mañana empezaba su ardua tarea de confesar y dar la comunión. Escuchaba confesiones por un rato y luego iba a dar la comunión.  Esto lo extendía permanentemente durante toda  la mañana.  La  Basílica, recordamos, estaba llena de gente deseosa de recibir a nuestro Señor Jesucristo  para después empezar sus jornadas de trabajo.

El trabajo pastoral lo complementó el Padre Sobrino con la traída de los misioneros josefinos. Recordamos con mucho cariño la llegada del Padre Eusebio y el Padre Vicente. Misioneros josefinos mexicanos que desarrollaron una gran labor en el pueblo domingueño.

El Padre Sobrino con la ayuda estatal y muchos fieles católicos domingueños  logró la construcción del Salón Parroquial ubicado detrás de la Iglesia del Rosario, donde muchas generaciones han recibido clases de catecismo y cursos de preparación en la doctrina de la fe y en su desarrollo personal.

Por su parte, el Padre Delio con la ayuda de muchos domingueños también  logró crear el Colegio Santa María de Guadalupe, impulsó la Escuela de Artesanía y ayudó a muchas personas de nuestro querido cantón.

Recordamos un día que, como dirigentes comunales,  fuimos a conversar con el Padre Delio, cuando él se encontraba ya retirado, sobre el proyecto de construir un Salón Comunal en Santo Domingo centro. Fue toda una lección de acción comunal. Nunca olvidaremos la frase: “¿Por qué todo tiene que estar en manos del Gobierno? No, el esfuerzo de la comunidad debe estar siempre presente  complementado  con  el apoyo de los gobernantes”.  En otras palabras toda comunidad debe fijarse sus metas, empezar y luego convencer a otros de sus proyectos.

Dos sacerdotes que atendieron a todo el cantón de Santo Domingo de Heredia sembrando la semilla de la fraternidad, el amor, la solidaridad; es decir, del verdadero cristianismo.
Sirvan estas breves líneas para reconocer ese trabajo silencioso de dos pastores que trabajaron arduamente por nuestro querido Santo Domingo de Heredia.

Grupo Cívico Domingueño                             Lunes 27 de julio del 2015